lunes, 21 de septiembre de 2009

La dieta


Ahora que se acaba el verano, parece que se pasan de modas las dietas.

Últimamente me lo como todo, a la hacedora del placer y a los placeres.

Casi…esto no es bueno, el placer engancha, pero si me tengo que enganchar a alguna droga, que mejor que este placer a deshoras




miércoles, 9 de septiembre de 2009

De todas las cosas que deseo

Olvidarme de nada quiero de lo que viví

De lo bueno porque de ello disfrute

De lo malo porque de ello aprendí

Así he conseguido ser lo que soy

Así he aprendido a ser feliz

lunes, 7 de septiembre de 2009

EL POEMA



Esa mañana el sol como en un acto de generosidad, lanzo su primer rayo de tibia luz de amanecer, para depositarlo tenuemente en su boca, la luz parecía esculpir el contorno acentuado de los bellos labios, lentamente con la suavidad de la luz del alba el bello rostro como si de una poderosa obra de arte griego se tratase fue descubierto lentamente por el candor del amanecer de ese día, en su lento caminar el haz de luz se deslizo lentamente por su bello rostro , suavemente, como un experto escalador ascendió la luz por encima de su nariz para llegar al bosque de sus pestañas, y el mas suave y tenue rayo de esa especial mañana el astro rey lo guardo para con una acción pretenciosa, golpear de una manera casi imperceptible los parpados cerrados de la bella dama.

Ese momento no paso desapercibido para ella, amaba los amaneceres tanto como los atardeceres, con un dulce gesto, agito su rostro al sol y en su mente le respondió como si de un buen amigo se tratase.

¡¡ -Hoy no- !! espera un poco, dame un poco mas de tiempo, necesito saborear este momento un poquito mas.

En su mente, en su cuerpo y en su piel, se agolpaban las sensaciones que la habían acompañado toda la noche, no sabia si era capaz de poder con tantas emociones en tan poco espacio de tiempo, aunque los efectos de la batalla estaban repartidas por toda la habitación, hacia mucho tiempo que no había guerreado de esa manera, todas esas emociones, todas esas sensaciones las tenias casi olvidadas, apartadas, escondidas en un rincón oscuro de su vital corazón.

Todavía resonaban las palabras en su mente de aquel juramento que lanzo al viento,

En el, golpeaban las acciones devotas, pero el extremo de sensaciones que en forma de rió paso delante de su cauce, arrollo toda forma de palabras impías, y arranco de su mente el juramento que aquel día en un momento de extrema frustración, lanzo al viento como si de un poderoso encantamiento se tratase.

Nada volvería a ser lo mismo, nada en su estructura rocosa de sensaciones escondidas de si misma, volvería a ser lo mismo.

Pero que importaba, al fin y al cabo eso era parte de la vida, y la vida para ella era única, individual y exclusiva, y tan corta que no estaba dispuesta a dejarse un ápice de sensaciones aparcadas, de sentimientos excluidos por ningún acto de cobardía, o por miedo al poder perder el tiempo en banalidades.

Ella sabia que eso ero un acto de autodefensa, sabia que olvidando esa parte de su vida, podía sentirse a salvo de ciertas emociones que la podían hacer sentirse débil, sin poder. Indefensa.

Aunque en el fondo de su corazón, nunca dejo de perder la esperanza de que en un quiebro de su vida las emociones volviesen a resurgir como todas las primaveras que estaban por venir.

Pero ese día,… ese día, no entendía nada, sin saber como, por un momento su mente su cuerpo y su corazón se pusieron de acuerdo y vencieron todas sus defensas.

Esto era algo impensable para su entendimiento, siempre se había protegido separando de su compromiso esta fusión personal, pero este día sin encontrar explicación alguna se dejo llevar por todas las emociones que tenia escondidas, guardadas, casi olvidadas, y se dispuso a emplearse a fondo en la batalla que había decidido tener.

Sabia que ese día podía ser efímero, pero no imperceptible en el recorrido de sus días venideros, intuía que el instante se le antojaba tan corto que no le importo lanzarse sin miedo a lo desconocido. Asumía el reto con la fuerza que le caracterizaba, con ese poder que la había llevado a su situación personal.

Ella era una experta guerrera, y con aires de poderosa lanzo todo su poder en la primera acometida, en el campo de batalla sembrado de hilo blanco fino se arremolino una mata de pelo salvaje, y con una dulzura impropia de un contrincante de guerra sin cuartel, su enemigo, su contrincante, su amante, su hombre, se parapeto detrás de un tenue beso que desarmo lenta pero eficazmente su primera embestida.

Sorprendida por tal artimaña, derrocho sangre fría y preparándose para el combate no se percato de la suavidad que rodeo su cintura, para sin saber como encontrose flanqueada por ambos lados, ella, resuelta, poderosa y que pronto aprendía, decidió lanzar una poderosa andanada de un “te quiero” que partió la armadura de su oponente como si de papel de fumar se tratase y esa poderosa y terrible arma, desarmo todas las defensas que rodeaban la bella fortaleza.

Allí sin saber como, frente a frente, en el blanco campo de batalla se encontraban dos cuerpos jadeantes y encendidos dispuestos a seguir enfrentados en ardua lucha sin cuartel.

En el fondo le gustaba la guerra que se presentaba delante de si, hacia mucho tiempo que no sentía el poderoso embrujo de las armas en ristre, y esa noche se pertrecho como en sus mejores momentos, como buena amazona, lo que no podía decir, no quería dejar entrever era que esa noche ella quería guerrear, pero también quería dejarse vencer, quería ser una victima de la fuerza de su oponente.

Quería perder esa guerra y que la hiciesen prisionera toda la noche en el campo de esas batallas que estaban por venir.

Quería que la torturasen de pasión, que la hiciesen sentir los difusos placeres del cuerpo a cuerpo y las subidas y bajadas de todas las montañas de emociones que se agolpaban en su arduo deseo de ser vencida por su mas deseado enemigo, en las cuatros esquinas del campo de esa batalla que quería ganar y perder al mismo tiempo.

Quizás pedía demasiado, pero ella sabia que la brecha estaba abierta y necesitaba ser taponada esa herida con el mejor de los apositos,.con el mejor de los remedios , con la mejor medicina que podía existir para heridas de tal envergadura, y ella sabia que solo había una forma, que reclamaba con dulzura a su contrincante, reclamaba con armonía de voz y recitaba sin miedo las palabras de pasión que salían de su boca, para pedir el remedio que aquejaba su buen mal, y despacio, con los labios entreabiertos y los ojos encendidos como un lucero en una oscura noche, alcanzo a susurrar…

Anda mi galeno, cura todas mis heridas, que son fácil remedio en tus expertas manos.

Los aromas que estaban repartidos por toda la estancias casi los había olvidado, no era el olor a hierva recién cortada, tampoco el sabor de esas pócimas que tanto le gustaban, era un olor penetrante, fuerte, intenso, algo que la encendía por momentos, el agrio sudor de la batalla entremezclado con la fusión de ambos cuerpos conseguían el extraño aroma que casi tenia en el olvido, el potente aroma de la pasión fue como un detonante en su mente para saber que lo bien aprendido nunca se olvida.

Cuando el segundo rayo de tenue luz golpeo suavemente su rostro, lentamente abrió los ojos para ver si lo que había pasado no mucho antes había sido un poderoso sueño o una bondadosa realidad, se giro lentamente… y allí, a su vera, estaba su oponente de guerras impías.

La mirada que sintió estremeció todo su cuerpo, la encendió como un rescoldo azuzado por el viento, y en el mismo momento que las palabras de su oponente iban a salir por su boca, ella con una agilidad felina de gata salvaje, con dos dedos de su mano diestra sello los labios de su oponente, y colocándose encima con altivez, desnuda, poderosa, quiso pasar de vencida a vencedora, entonces, muy despacio, suspiro lentamente y dijo:

Hoy…tú serás mi obra,.. Quiero crear sin palabras con tu cuerpo y mi piel,

” El mejor de mis poemas”.