Adolfo era un judío converso bien dotado que todas las
mañanas le gustaba al levantarse mirarse
desnudo frente al espejo.El reflejo de su prominente miembro le
hacia sentirse poderoso, la naturaleza de una manera cáustica le concedió una
larga polla y una corta mente, era el caso claro de; Hombre de mente sexsualizada.
El era un tipo feliz, su concepto de la felicidad era algo
simple;
“Con buena polla bien
se folla” y en esa lógica “Adolfiana” todo lo demás era irreverente y sin
sentido.
En su entorno era conocido entre las damas por la fama que
le precedía por su elemento desestabilizador, con el, había conseguido marcar
las distancias entre el antes y el después, El “antes de conocerle” y el “después
de haberle conocido”.
De pequeño había sido criado por las monjas en un hospicio
de un puebla cercano, y cuando empezó a despuntar como adolescente indolente,
decidieron que ya era el momento de que aflorase su energía en otros menesteres
menos religiosos, por lo tanto hablaron con el párroco de su congregación y
decidieron mandarle a la gran capital para que se hiciese un hombre de provecho.
Como su fortuna estaba a la vista resolvió que había que
sacar rendimiento a sus claras dotes naturales,
y decidió ganarse la vida como donante de esperma.
Nunca entendió el porque le rechazaron como donante de semen,
si aquella rubia de la clínica le prometió que tenia muchas posibilidades de
ser un buen proveedor de materia genética cuando se la trajinaba en la
habitación sin vista, que había en su apartamento de las afueras de la ciudad, pero nada ni nadie podían hacer que lo desanimasen,
pues su fuerza Polla-mental eran de
corto y largo alcance al mismo tiempo.
Una tarde de domingo en sus tribulaciones estivales, a la sombra de una sombrilla con el humo de un cigarro casi consumido por
la apatía del largo día, una mujer le pidió las ultimas esencias de su cigarro para encender el suyo, esa conexión
casi demoníaca marco el camino de lo posteriores meses de Adolfo, ella, actriz
porno de profesión, le introdujo en el mundo para el cual, él, estaba
predestinado.
Con la habilidad
natural que el tenia rápidamente se hizo
un nombre en el mundo mágico de las
artes escénicas.
Entre días de orgías, prolongadas por noches lujuriosas,
pasaron los siguientes meses para Adolfo, su poderoso miembro tomo todas las medidas posibles, y estas le reportaron grandes beneficios económicos.
En poco tiempo paso de ser un desconocido, a ser reconocido
actor con dotes de incuestionable naturalidad genética adaptada a su profesión.
Su nombre pasó a formar parte en las primeras líneas de los carteles de las películas que con gran
profesionalidad protagonizaba.
“Arma Ofensiva” fue su primera película de protagonista, después
vinieron varias, tales como “El golfo Adolfo”- “Lucio lució su Falo lucido” –“A
trancas por la barranca”-y su mas famosa, con la que gano el premio al mejor
actor del genero;”Tardes con Adolfo”. Aunque a él, la que mas le gusto hacer
fue la de “La verdad se esconde” una película con diálogos desarrollados en la disciplina mas sutil.
Como aquella frase de;
”Anda pa ya, que te voy a poner mirando pa ca” o aquella
otra de;”Se me salen las ideas por los lugares mas dispares cuando me agarro
los genitales”.
Gustaba de escribir largas cartas a las monjitas que le criaron,
en ellas hablaba de su vida en al capital y la suerte que estaba teniendo por
sus dotes naturales, en ellas de una manera religiosa siempre adjuntaba un
cheque para ayudar a sufragar los gastos de su pequeño hospicio, y las monjitas
siempre agradecidas por todo lo que habían recibido de Adolfo, agradecían todas
sus bondades incluyéndoles en sus rezos matutinos y vespertinos.
Total Adolfo tenia las herramientas adecuadas para triunfar
en la vida, el era un tipo con poco cerebro, una larga polla y un gran corazón.
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