LA FALDITA
Ella tenía una belleza insultante, en aquel local todas las demás estaban un peldaño por debajo.
El era un tipo orgulloso y no le gustaba que le insultasen,
en ese momento decidió acercarse a su mesa para defenderse su orgullo, y susurrandole
al oído le dijo;
-Vamos a traicionar a todos los poetas románticos.
Ella sonreía mientras
él, lentamente se sentaba a su lado.
-Ahora que estoy cerca deja que tu belleza me insulte.
-Pareces tonto, como te gusta jugar, sabrás que llevo esperándote
más de media hora
Pero me encanta como te disculpas.
-Perdona pero llevo más
de media hora en la puerta
tomando fuerzas para dejarme insultar por tu belleza y ya sabes que soy un tipo
sensible y duele tanto que a uno le
insulten con esa faldita que te has puesto
-¡Te has fijado! ¿Te gusta?
-Querida…llegara el día que no podré hacer poesía con mis
cansadas manos, llegara el día que se me acabaran los adjetivos para componer
versos, es entonces cuando me acorde de esa faldita y me sobraran emociones para
escribir versos en el aire.
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