jueves, 5 de abril de 2012

LA FENOMENOLOGIA









LA FENOMENOLOGIA

Aquella tarde Domingo mas conocido como”Txomin” tenia preparado su propio “Putsch”, hacia días  que había decidido dejarse bigote, no un bigote cualquiera, un bigote estilo caporal, algo que le diese personalidad,  prestancia  y  seguridad al mismo tiempo, siempre había pensado que besar con mostacho era un placer para las damas, y según un pasado comentario en una conversación de sinceridad bajo la luz de una luna brillante, aquella dama estaba acostumbrada al los labios superiores con bozo.
Bajo esa premisa la maquina de afeitar esa mañana empezó a trabajar bajo su mano diestra, después de ejercer como maestro barbero empezó a recortarse el bigote con cierta delicadeza, en su afán por hacer un trabajo profesional el recorte excesivo de un lateral de su mostacho le hizo equilibrar el otro lado y cuando se quiso dar cuenta aquel mostacho se convirtió en un bigote hitleriano, aquello ya no tenia posibilidad de arreglo y la cita con la mujer de ojos claros era esa misma tarde.
Con su gorra calada escondiendo su calvicie y su nueva imagen hitleriana  se adentro entre las sombras de los altos muros de aquel pueblo con aires del medievo, y al cruzarse con unos niños jugando en la fuente de la plaza de ese pueblo de callejuelas estrechas,  se quedo algo perplejo cuando las risas afloraron en los niños, al mimo tiempo que un jovenzuelo levantaba un brazo con el puño en alto, uno de ellos grito:”Mira es  Franco”.
Aquella frase afecto levemente su paso firme y pensó que igual no hubiera sido buena idea dejarse un bigote tan original. Pero ya no había tiempo, pues la cita estaba a punto de llegar  al sitio de encuentro, y el, no quería llegar tarde.
A lo lejos diviso a la bella mujer de los ojos claros, vestía un vaporoso vestido con un estampado de flores, el pelo ligeramente ondulado reposaba con dulce feminidad en sus hombros desnudos, una ligera y juguetona brisa jugaba con su falda dejando al descubierto por cortos instantes una largas delgadas y bellas piernas, que acentuaban su figura de mujer poseedora del don de la belleza serena. Y el, al verla tan deslumbrante   estaba seguro que esa tarde con esa nueva imagen deslumbraría a la bella dama.
El, como un conspirador  ya tenia trazado el plan, en el momento que llegase a su altura estaba seguro que ella se sorprendería, y cuando eso pasase, la cogeria suavemente  por la cintura y la besaría rápidamente en la boca.
El corazón se le  acelero por momentos, la excitación que sentía  mezclada por la velocidad de su paso hizo que el río de sudor alcanzase su remarcado  bigote haciendo que pareciese un mostacho de carnavales.
Ella, debajo de una amplia sombrilla estaba distraída leyendo una revista que se había encontrado encima de la mesa de esa terraza, su mano diestra sujetaba con aplomo  una coca-cola, y en el mismo instante que alzaba la bebida para refrescarse, se dio cuenta de que su cita estaba a tres metros de ella, en el mismo momento que el liquido traspasaba su garganta, una gran carcajada salio  acompañada con el trago de su bebida y la tos apareció acompañando toda la secuencia, sin saber como, ni pensar en la posibilidad de medir sus palabras las cuales acompañadas con una gran carcajada dijo :-¿Y ese bigote a lo Charlot?-
En ese momento se dio cuenta de que aquel bigote no tenía mucha fenomenológica
¿O quizás si?






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