jueves, 29 de marzo de 2012

UN DOMINGO CUALQUIERA










Solo el canto de sirena con la luna temerosa
Oculta su luz con tembloroso  disimulo
Desposando osadas lisonjas atrevidas
Ayerma envolviendo los sonidos que regalan
Amalgamas de palabras de una voz…que no es la mía,
Y él, pendenciero, caballero y escudero, todo en uno
Osa intentar arrebatarme el tesoro mas preciado
Y la pena del destierro, es el  único destino
De quien ose arrebatarme a mi doncella
Y si el cielo de ese mundo no lo frena
La condena  a muerte… es el castigo










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