domingo, 30 de enero de 2011

domingo, 23 de enero de 2011


Decía Gabriel Celaya que la poesía es un arma cargada de futuro, es cierto, pero incompleto, la poesía también es un arma que se alimenta del presente, con la experiencia del pasado.

En toda esta elucubración, lo único real es que la poesía es un arma, que si no la utilizas bien, te puede explotar en las manos.





Ella tenia ese poder, te ignoraba tan bien, que parecía tenerte siempre presente





Ayer salí con la segunda chica más guapa, con la primera siempre sueño.

Soy un soñador empedernido, siempre me gusta soñar que ella a veces piensa en mí,

Y me echa de menos. Pero otro día más me despierto, y nada, solo sueño.

Por eso decido que la segunda chica mas guapa se quede con su mundo, yo me quedo en el mío, donde impera su sonrisa en mis ojos, su sabor en mis labios. su mirada en la mía. Que le voy a hacer, sigo siendo un soñador empedernido.





-Es guapa ¿verdad?

-Mas bien es el colmo de una belleza indecente –Replico.

Todo su entorno se vuelca obsceno cuando vuelca su hermosa sonrisa

Es una autentica caprichosa, traviesa y afanadora de voluptuosos sentimientos

¿Por eso la quieres?

No, por eso no se la puede querer, por eso, solo se la puede odiar,

Solo la puedes querer por lo que no es capaz… de enseñar.





Sueños de un coleccionista


Todos mis versos más secretos

Todas mis desnudas palabras

Todos mis secretos soñolientos

Todas las promesas por cumplir


Todo esto te lo cambio…


Por una sonrisa transparente

Por un beso de tu boca

Por una tarde de lluvia

En una húmeda y caliente habitación


Aceptas…




Ese día no se atrevía a gritar para no despertar a los vecinos, la piedra filosofal de su cabeza se agitaba sin movimiento en la transición de la noche al día

Las metáforas como fuertes murallas de expresión, se convertían en el equilibrio de la elegante cobardía.

El pozo de sus deseos gime como una puta sin clientes, cuando echa de menos sus años de lejana juventud en ese lugar de ensueño tan vetusto.

Todo eso sin querer saber que en un gesto confesional arroja la llave de la castidad emocional, para encauzar los demonios que se crean cuando subraya los poemas emocionales que escribe con sus dedos en el vaho de los cristales de la fría habitación de su casa, convertida en un hotel de carretera

Nadie sabe comportarse cuando ve llorar a otro.

De repente pierde todo sentido seguir hablando con uno mismo, la distorsión en el espejo se hace irreal, mejor no pensar, mejor no sentir, mejor no llorar.

Solo queda el recurso del espectáculo en pos de una baratija tipográfica




sábado, 15 de enero de 2011

---------------------


A veces me pregunto quien soy…


Soy una torre de heridas que se desploma

Cuando descubro las brumas de tus poemas


A veces me pregunto porque…


Soy un camino estrecho que solo ancha

Cuando equilibras las cosas de mi balanza


A veces me pegunto cuanto tiempo


Llevo medicando mi pecho herido

Con los ademanes de tus sentidos


A veces me dan ganas…


De caminar por tu vientre en movimiento

Para descifrar tus secretos sin miramiento


A veces quiero ser…


El aventurero loco de tu solitario lecho

Donde cada noche mueras para renacer


A veces…


Cuando me hablas me hieres,

Tus silencios me matan

Tus trazos me salvan

Siempre muerto y herido,

Vivo y muero contigo








martes, 11 de enero de 2011



Vivo de paracetamoles, de zumos de varios sabores, vivo de los espacios entre tos y tos, de los tiempos de espera, en esperar que la fiera de la temperatura me ponga la frente como una olla a presión, ya no se si era la frente la que se ponía a tanta temperatura o era la otra mente la que se ponía ha hacer travesuras, veo que ya vivo sin control, porque la fiebre me deja sin cordura y escribo demencias de una en una, vivo de las travesuras que hacen despejar mis dudas de cuando me pondré bien, pero sobre todo vivo de saber que en mis delirios sigo sintiendo tus besos, tu sabor y el tacto de tu piel.

Vivo sin vivir en mi, porque si muero, no seria por la gripe, si no porque si tu mueres, con vos muero por la falta de mi otro yo.