sábado, 19 de noviembre de 2011

EL BESO


EL BESO

Esa noche tengo que confesar que la bese

Caminando despacio con un “son” de cielo abierto, derrochaba aromas al caminar.

La magia de sus ademanes agitando las sombras, creaba momentos de encantamiento, mientras el tiempo, casi imparable, envolvía el encanto de sus pasos lentos.

El viento de su pelo agitaba mi cordura convirtiéndola en locura, mientras el candor de su mirada tramitaba el camino hacia el abismo de sus labios, y los míos, encendidos, besaban sin besarlos.

Sus labios ardorosos incendiaron mis sentidos destrozando mi cordura, al convertirla en locura por sus labios casi míos.

Esa noche sin tocarla, del anochecer al alba la bese…sin besarla.




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