LA MEJOR AMIGA

La mejor amiga

La suave brisa de la mañana agitaba tenuemente su pelo, pero los efectos del alcohol y los opiáceos le mantenían inmutable entre las altas hierbas de esa verde campiña,

Desnudo y en un estado lamentable su antes prodigioso físico, ahora no era mas que una sombra de si mismo, y los huesos asomaban con una desfachatez que insultaban de una manera amenazante a esos buitres que con dudosa necesidad revoloteaban entorno a el.

Todo en el era desastroso, por una guía de desaciertos constantes había dejado a su pareja. Bueno, mas bien fue ella la que decidió alejarse de el, sobre todo para no ser infectada por sus vicios insostenibles.

Los amigos al principio intentaron ayudarle, pero con el paso del tiempo ellos le fueron abandonado, se fueron desmarcando de sus excesos e irreverencias personales, todo tenia un limite y el había franqueado infinidad de veces esa frontera para que sus amigos le ofreciesen mas ayudas imposibles.

Sus constantes desatinos hicieron que la perdida de su trabajo fuera irremediable y esto provoco una espiral de destrucción personal que le llevo a despertarse en mitad de una campiña, desnudo y sin ningún recuerdo de la noche anterior.

En ese momento se dio cuenta de que había tocado fondo, su atrofiado cerebro le daba ordenes de cambio de una manera agitada, le decía que el cambio seria como un renacer, e intento imaginar que a partir de ese día su idea de empezar a vivir seria como un nuevo alumbramiento, el estado en el que estaba era la única opción, desnudo, solo y sin tener a donde ir.

Solo, desamparado, olvidado, esas palabras a modo de latigazo constante retumbaban en su cerebro atrofiado por los excesos

Solo y como mejor y única amiga esa vaca que le lamía la cara como si se tratase de una amante lasciva.

Y como hacen las buenas amantes, la vaca impertérrita e inconmovible escuchaba atentamente su locución a modo de letanía de perdidas personales.

Claro que una vaca… siempre será una vaca, pero en mi estado por algo se empieza; pensó.