lunes, 17 de noviembre de 2014


                     M O M E N T O S


Anoche me decidí a descorchar mi mejor botella, por esa sensación de no saber si el mañana estaría muy cerca, o quizás tan lejano como el pasado mañana.
Me dispuse a beber de ese liquido oscuro, envejecido, era un vino caro, viejo y oloroso, bebía vino, pero era un vino con sabor a lluvia, una lluvia de lagrimas desordenadas. 
Ellas amenazaron al caldo como un bandolero en dias lluviosos, y consiguieron convertirlo en agua dulce, como si el milagro de convertir el agua en vino se hubiera invertido esa noche, y entonces, en ese mismo instante me di cuenta que todo estaba al revés.
Los milagros perdieron todo su poder, así como el mejor vino perdió su vejez al ser mezclado con la dulzura salada de las lagrimas.
Es curioso -“pensé” la dulzura del sabor de una lagrima, contrasta con el mal del origen que las genera. De un mal momento que te sale una lagrima, lo mas normal es que esta, tendría que tener un sabor amargo, áspero, algo como si fuera un extraño veneno, pero quizás la naturaleza sea sabia y haya creado la parte dulce de la pena, en forma de lagrimas dulces. con un toque de sal, con aromas de mar, mar embravecido, pero mar al fin y al cabo.

Mientras bebía, mas bien mientras intentaba beber de esa copa de vino añejo, la esencia, el acto de descorchar la mejor de mis posesiones vinicolas en forma de botella, perdió el origen para el cual había sido dispuesta, y decidí que una sabor de tal magnitud, mezclado con lagrimas no merecía la pena, y mientras la vacía por el desagüe, me acorde de aquella cerveza artesanal, y decidí ir en busca de lo artesano, dicen que en momentos duros, lo mejor es volver a los orígenes, y el origen de esa botella, estaba creado por una artesanía fundamentada en años y años de traspasar conocimientos de padres a hijos, por lo tanto era la bebida perfecta para acompañar mis desvarios.
En el mismo momento de extraer el tapón, ya me estaba arrepintiendo de hacerlo, al instante me di cuenta que esto no era ninguna celebración, y como tal, no podía regarla con la mejor de mis cervezas.

Entonces de una manera extraordinariamente consciente, decidí que para un momento tan amargo lo mejor era buscar la amargura en mi bebida, y destape la botella de vinagre, llene mi copa y brinde por ella,...y por mi amargura.





miércoles, 12 de noviembre de 2014



                                       
                                                          LABERINTOS

Hay un aforismo entre tu noche y la mía, una conversión laberíntica que el Minotauro de esta noche tardía, se perdería en el más sencillo de los laberintos.

A traves de mi sueño, sueño con la pérfida noche, que como un rio de muchos afluentes, se pierde en la desembocadura de una noche que pudo ser y nunca será...






                                                       MI  VECINA



Mi vecina padece la enfermedad de alzheimer, y vuelve a creerse una adolescente, me confunde con una amiga de correrías y siempre me dice que tenemos que viajar de nuevo por hay, que tenemos que volver a ser unas locas de la vida y perder de nuevo la inocencia con locuras, esta regresión de mi vecina me tiene un poco fascinado, en los ratos que paso con ella, me cuenta sus andanzas y correrías, desde mi equidistancia diría que su vida amorosa ha sido bastante intensa y desordenada, tantos amores desordenados y tan sola... algo fallaría en todo eso, y no se el qué, quizás si tuviese algún momento de lucidez, mi vecina me aclararía muchos puntos oscuros, aunque mirándolo de una manera caustica, la enfermedad de ella puede que en cierto sentido la haga un ser feliz, vivir en una época de tiempo cambiado, puede ser una gratitud por no ser consciente de su decrepitud personal, ella se ve joven, y no es consciente de la soledad en la que realmente vive.
Es extraño, nuestras antiguas vidas quedan almacenadas en un lugar desconocido de nuestra mente,olvidamos ò queremos olvidar de una manera consciente a veces, ó como en el caso de mi vecina, de una manera inconsciente y no deseada, quien sabe, a lo mejor es la mejor manera de vivir, perdidos en la oscuridad del la mente y olvidar la dureza de una realidad que nos oprime, nos retrae a momentos que realmente deseariamos no haber vivido, y olvidamos por salud mental.

Por todo esto, mi vecina me sigue teniendo fascinado.





lunes, 10 de noviembre de 2014

                                                            
          
                                              SIETE  DIAS


Son siete días en el camino, dientes de un gran tiburón blanco mordiendo soledades desgarran las oxidadas estructuras de este cincuentenario barco que es mi cuerpo, la vejez prematura junto con la lejana infancia, se congratulan  ambas en sentir la perdida de la edad de la inocencia, por muchas mareas que un barco haya sentido en su casco, por muchos alisios que hayan empujado  mis velas al rio de Caronte, nada será comparable, con la tormenta perfecta que son las noches sin luna.








domingo, 9 de noviembre de 2014

                                   


                                  TIEMPOS  DE  CRISIS



Aquel pueblo no tenía ningún interés, lo único que atraía a turistas era la imagen de Bartolomé; Un anciano centenario que le había sumado una quincena  más a su existencia, hacía muchos años que la gente venía al lugar en busca de la larga existencia de aquel hombre, unos decían que era la dieta, otros que la genética, los vecinos del pueblo por el interés de las divisas que traían los turistas, argumentaban que eran los aires serranos que conseguían los efectos en los vecinos de la localidad.
La única realidad era que Bartolomé en toda su vida no le había había sido un vago por antonomasia, y su cuerpo estaba básicamente sin gastar, pero claro, esa realidad no vendía, y en las épocas de crisis cualquier recurso era bueno para atraer visitantes al lugar, y actualmente el mejo activo del pueblo era ese.
Aquella mañana sonaron todas las alarmas, la prima de riesgo se disparo y los activos financieros se estrellaron con el muro de la crisis, el pueblo estaba al borde del abismo financiero.
Bartolomé …había fallecido, el caos hizo que todo el pueblo se reuniese delante de la casa consistorial, el dueño del hotel del pueblo veía negro el futuro que se avecinaba, el bar, alimentado por las visitas de la gente los fines de semana, veían peligrar su futuro, casi todos los vecinos en el pueblo eran afectados por semejante catástrofe.
El boticario en un acto de desesperanza, argumento que lo mejor sería disecarlo y hacer de su casa un museo, así los activos financieros del pueblo no se verían muy afectados, a lo que el cura se opuso vehementemente, argumentando que eso no sería cristiano, y estaría mal visto por el obispado.

El alcalde que era un tipo sagaz, dicto la idea definitiva. Eutimio era el más anciano y tenía que tomar el testigo, a lo que el hombre se negó rotundamente, mascullaba su boca sin dientes, pero el alcalde, como político, tenía el poder, y a partir de ese momento fue declarado en sesión de urgencia con todos los votos a favor el nuevo centenario, y desde ese instante “Era el centenario del lugar”, y como un coro enfervorecido y febril, todo el pueblo al unisonó coreo el nombre de Eutimio, el clamor popular fue unánime.  El nuevo centenario en vista de los acontecimientos acepto su nuevo destino, al fin y al cabo, la inversión por la suma de años era por una buena causa, y de no aceptar su nuevo estatus, la tabernera, su hija, se quedaría en el paro.








                                                        


                                                           RECUERDOS



Eres como caminar por la orilla de una playa, unas veces arena blanda, otras arena dura, en algunos casos algo de arena con fango, y otras arena seca, pero frente a esas arenas cambiantes, siempre está la belleza del mar… de tu mirada











Poemas  a  deshoras


Y si me pierdo en la bruma de la noche
Si pierdo el sendero oculto en la maleza
Tu voz me marcara el camino en la distancia
Como el faro en una noche tormentosa