miércoles, 10 de abril de 2013

FISURAS


“Por aquí se rompe España”, gritaba yo el pasado fin de semana con el hacha en la mano, por eso he decidido hacer fin de semana monacal y marcharme a un monasterio, lejos de las cervezas con alcohol, de las mujeres bonitas y los hombres valientes.


En un monasterio el tiempo pasa lento y pausado, las cervezas se convierten en líquidos pecaminosos, las mujeres en lesbas de una sola dirección y los hombres solo son el abandono del humorismo en pos del recogimiento.          

No hay comentarios:

Publicar un comentario