domingo, 17 de mayo de 2009

SUEÑOS

 

 Hoy, he soñado con vos

                                    

 

                                               No, no como cuando sueño despierto y mi mis pensamientos se evaden en busca de los tuyos.

 

No, el sueño fue tan real, mi mente jugo conmigo y con todo su poder se hizo dueña de mí, y me convirtió en pirata, en bandido.

La alquimia del mago hizo la pócima secreta y convirtió el encantamiento en real.

El poder fue inmenso, tanto que llegue a tocar la puerta de tu casa, y estando dormida derrote tus defensas, y capture tu energía, arranque de ti el poder de tu mente y deje solo el envoltorio vacío de tu cuerpo, algo que no necesitábamos para vivir nuestra gran aventura,

En el sueño, yo, bandido de mi, me introduje en tus miedos, en tus locuras, en las ilusiones y alegrías, y fusionado todo eso con mi mente salvaje, mi poder se hizo mas grande, me sentí poderoso, y los dos como uno solo empezamos a vivir la gran aventura,

 

Tu que eras yo, me pedías deseos,

Yo que eras tú, te ofrecía  locuras,

 

Y los dos fusionados en uno, viajamos por mundos oscuros, viendo todos los claros de la luz de la luna,

                         El tibio sol de la mañana llamaba a nuestra puerta, y antes de darse al resto del cielo te pedía licencia para ser generoso y poder ofrecerse al resto del mundo, y tu, compasiva,  con dulces palabras, recitabas poemas al llamar la mañana, para que el resto del mundo oyese tus versos colgados en los rayos del tibio sol del amanecer de cada dia

 

En cambio yo, siendo tu, cantaba a mi luna canciones prohibidas, que llenaban de gozo las noches eternas de adornos alegres en forma de besos, que siendo yo, tu, tenias ventaja por conocer los secretos que con dulce bondad guardaste para dejarlos  a la luz de las velas de tu mente dormida. Para mi mente despierta

 

Viajamos sin tregua, conocimos el mundo, los dos en un solo cuerpo,

 

Descubrimos los mares del coral de tus ojos,

Y el fuego secreto del volcán de mi vida.

Cambiamos leyendas por historias reales,

Cruzamos las puertas del oriente secreto,

Y nadamos desnudos en las aguas más puras

 

Después de comer la fruta prohibida, encontramos la paz de estos nuestros mundos en el bosque más profundo y más verde, y  la brisa del viento acuno nuestro sueño.

Después muy despacio, con cariño imposible, cuando tu mente agotada dormía tranquila, la deposite levemente,  allí en su sitio de paso, y en  la pena del alba, deje que tu cuerpo envolviese  tu mente para que al despertar sintieses  el calor de mis manos de un sueño real que tuve este día,

 

Y al despertar de este sueño, supe que tu mente prohibida, tenía secretos, secretos que descubrí en mi sueño ese día.

 Y a partir de este sueño  me enamore de tu mente sin cuerpo, de tu vida, mi vida.

 

Hoy he soñado con vos…. Querida MIA.

 

Nota;

 

Me acabo de despertar, y me he levantado rápidamente para escribir este sueño, por si se me olvida.



sábado, 16 de mayo de 2009

PARA TI.....

                       DONDE EL SILENCIO SE OYE

 

 

El día venia frio, la nieve cercaba el camino de la  dura mañana

Pertrechado sin armadura de frio, me lance a la ruta del día, hacia tiempo que no retomaba este camino, no se si fue el trabajo o el destino, pero algo me hizo acercarme allí, entraba en el valle soñado, el viaje se me antojo corto efímero,

Siempre, allí en la entrada hay una reseña de vida que la respiración me cortaba.

“Donde el silencio se oye”

Siempre que entro en el valle, me traslado de mí al otro yo, al que me llena de pasión, de armonía descompensada, de dulces luces difusas de otras dimensiones.

 

Veía amanecer el día, y al fondo, las faldas blancas nevadas de ese Amboto de incontables fábulas, reposaban como dormidas las nubes blancas de ese extraño día. En su cima de laderas distantes.

La imagen era tan bella, que no pude más que pararme, bajar de mi carruaje de caballos sin corcel y sentir la esencia del momento.

Allí, no muy distante, un ser se afanaba en andar deprisa, y su ruta coincidía con la parada de mi situación del momento.

 

 

 

 

Buenos días ¡ con honestidad sincera le digo al paisano, señor curioso por otra parte,

Un bastón de alto porte le hacia los honores a su diestra, una boina calada en su cabeza, daba paso a una bufanda que con destreza rodeaba su cuello, Una especie de piel de oveja rodeaba su cuerpo al estilo de los pastores de época.

Curioso personaje pensé para mis adentros.

El hombre, casi sin dejarme ni hablar, me aborda, me dice, hoy, no es el día ¡

Yo lleno de cierta sorpresa le comento; Que día?

El, con cierta cara de asombro me dice, no sabes? no conoces?. De donde vienes forastero que no conoces las leyendas de esta tierra.

 

Esa respuesta hizo despertar en mí la fiereza de la aventura y del conocimiento,

Y le respondo con poca o ninguna gracia, mire usted…. Yo…, yo, vengo de fuera, pero si usted tiene un momento, estoy dispuesto  a que me cuente esta historia o este cuento,.. que de esto yo me alimento.

 

El hombre con voz amable de dice con energía, venga forastero que la mañana esta fría, venga que le invito a un café calentito y le cuento la historia de esta comarca

 

Sentados en un bar solitario, un anciano camarero azuzaba el fuego de leña con maestría de edad avanzada. El hombre con glotonería se tomaba el café con lecha de oveja de la zona, que a bien había tenido a poner el camarero y amigo del bar  del momento.

Saca con maestría una enorme navaja, que parecía un arma defensiva, con la cual hace una inmensa rebanada de ese pan tan redondo, tan de antes, tan de pueblo, tan rico.

 

Yo ridículamente le pido un , y el hombre mayor me dice, solo tengo de roca, de las faldas de ese Amboto tan cercano, le hace?. Y a mi que ese té me encanta, con cierta algarabía le digo; vale¡¡ eso si lo acompaña con esa tortillita que huelo por hay seria el desayuno ideal.

Dicho y hecho, ahí estaba yo con el té, mi tortilla y el curioso personaje de mi increíble historia real.

 

Pues mire usted forastero, empieza a decirme con cierta parsimonia el de enfrente a mí.

 

 

 

 

 

Hay una leyenda que me contó mi abuelo, y a el a la vez el suyo.

Hay un solo día, un día especial que las Sorgiñas blancas, se convierten en mujer.

 

Un día que si te las encuentras, y te miran a los ojos, ese día las puedes preguntar lo que quieras,…. ellas tienen todas las respuestas.

 

Muchos las han buscado, pero poquitos muy pocos las han conseguido ver en estos últimos decenios...

Me cuenta muchas cosas, pero en mi última pregunta, le digo: y cuando es ese día tan especial?.

 

El, cambiando el tono a más grave, me dice…. ese día es el primer sábado después del día de reyes de cada diez años,… y ese día es…..MAÑANA:

Como un resorte salto de la  silla y esta se cae hacia atrás, y grito, mañana¡¡

Mañana¡¡.

Tranquilo forastero, recoge tu silla y relaja tu cuerpo, que el mañana esta lejos y muchos han buscado y pocos son los elegidos.

Yo le repito, pero es mañana¡¡, El nuevo amigo con tranquilidad de mucha edad, me dice, yo llevo muchos mañanas y nunca se cruzaron en mi camino.

Pero si lo quieres intentar,……tu mismo forastero.

 

 

 

Yo emocionado de situación, espere con impaciencia, no tranquilo, pero espere,

Ese día que llego ya, no me hizo falta madrugar, porque la noche para mí fue el día, por no dormir ese día.

 

Busque con fiereza la entrada de  ese bendito valle, de las faldas ,del talle, de la cima, de esta montaña, de mi cruel agonía, el día pase caminando, sin pausa anduve este día, pensaba yo ya en la esencia , en el resto de este día, vencido encontraba me yo.

Pensaba ya en retirada, mi mente se evadía en pensar, como tiene que ser, el ser para que las doñas te alaben en un día de decenio.

 

 

 

Como una reina de las nieves, con blanco vestido de seda, se me cruza en el camino,

Y con dulzura y descaro me lanza su mirada, me envuelve su palabra, me arropa en su círculo, y antes de que pueda decir nada, con cruel suavidad de voz me susurra a mis oídos.

Que vienes a hacer aquí tu?, no buscas respuestas?, retrocede, vuelve para tras tu camino, desanda tus pasos baldíos, deja de buscar mas, mendigo, tienes riquezas varias.

 Con una dulzura de voz  , desarma la locuacidad de mi silencio  y me apunta con su mirada de ojos de  blanco cielo …….

 

Tus historias y tus respuestas se encuentran en “TI”

 

En ti…………… El silencio se oye.

 

No se que paso después, lo tengo todo confuso, pero me despierto delante de un folio en blanco y un lapicero.                           Y lo entendí,

 

Entendí todas las respuestas

 

Mi silencio se oye en ti, solo para ti son mis silencios



martes, 12 de mayo de 2009

Para Veronica

  Fueron felices y comieron perdices

 

                                                            Después de muchos años de felicidad, El Rey  y la Reina, tuvieron una princesita la cual pusieron de nombre Verónica.

 

Que alegría para los súbditos del reino, tenían una nueva princesa.

Al nacimiento, su padre quiso que ese día fuese declarado día de  fiesta en todos los confines del lugar

 Todo era felicidad en el reino del Arco Iris.

 

La princesa, durante el día era alegre y risueña, la felicidad inundaba todo el palacio con sus alegrías.

 

Pero hay… por la noche,….. Después de acostarse, la princesa no podía parar de llorar, lloraba y lloraba y lloraba,  hasta que se hacia de día, solo entonces aplacaba su llanto.

 

El Rey y la Reina, preocupados por el continuo llanto, mandaron   buscar a   todos los sabios del reino, para que encontrasen un remedio para el mal que entristecía el palacio.

 

Todo fue inútil, ni los médicos, ni los magos mas ancianos encontraban la causa de porque la niña lloraba todas las noches.

 

Un día, las  tristes noticias llegaron al más apartado y lejano lugar del reino, un súbdito enterose del mal de palacio, y presto, fue a pedir audiencia al Rey.

 

Majestad, yo puedo calmar el llanto de vuestra hija, solo necesito que vos me des licencia para dar la solución a este mal.

 

 El rey, sorprendido por la afirmación del anciano, le pregunto, como podéis calmar el llanto, vos un humilde carpintero?, si todos los sabios del reino no encontraron la cura?

 

Y el carpintero le contó el secreto… hay un bosque en el confín del reino que guarda grandes secretos, hay árboles  mágicos.

Árboles mágicos? le respondió el Rey

Si, majestad

Si te introduces en el bosque, y les cuentas, si es por una buena causa, los árboles te hablan en susurros  y dicen la solución del mal. Solo tienes que saber escuchar.

El monarca, tan sorprendió como desesperado por las noches de llanto, le dijo, de acuerdo pongo a vuestra disposición todo lo que necesitéis.

 

El anciano carpintero se dispuso a  entrar en lo mas profundo del bosque en busca de los árboles mágicos,  y  les pregunto; decidme, cual es el mal de la princesa?, como podría yo, un anciano ayudar a su cura.

 

El árbol mas viejo del bosque, moviendo sus pesadas y grandes ramas empezó a susurrar,  carpintero, coje ese árbol caído y haz con su tronco lo que escuchas en susurros...

.

 

El artesano obediente a la vez que sorprendido, cojio sus herramientas y sin descanso, trabajo y trabajo a las órdenes de los árboles mágicos del bosque.

 

Al de pocos días, el anciano se presento en palacio con la maravillosa pieza de madera, Una maravillosa y  bonita cuna del color del arco iris,

 

La coloco en el cuarto de la niña, y le dijo al rey, dejemos  que anochezca y esperemos el resultado.

 

Al llegar la oscuridad de la noche, la princesa fue depositada en su nueva cuna, y para sorpresa de sus padres, y de todo el palacio, esa noche la niña durmió placidamente.

 

El rey sorprendido fue en busca del  anciano carpintero, .para colmarle de regalos, y le dijo: pedidme lo que queráis, pues mi alegría es inmensa.

A lo que al anciano carpintero le respondió:

 

Que mayor regalo puede tener cualquier humano, que calmar el llanto de un niño.

Para mí, ese es el mejor de los regalos.

 

El Rey sorprendido por la respuesta, le nombro carpintero del reino.

 

Lo que ellos no sabían, lo que nadie sabia, era que la cuna era mágica,

Ella cuidaba todas las noches de la pequeña Verónica,

 Con una dulce voz la cantaba canciones, la acunaba, la tapaba cuando hacia frió, y en las noches de tormenta, la contaba cuentos para que no tuviese miedo. Y todo esto,… solo lo podía escuchar la princesita, nadie más que ella podía oír las canciones y los cuentos que la cama le contaba a la niña.

 

La bella niña fue creciendo y como la cama era mágica también crecía con ella.

 

 

Pasaron los años y la princesa seguía durmiendo placidamente en su cama

Y nunca más se oyó llorar a la princesa por las noches.

 

                                Y colorin colorado este cuento se acabo.

 

 

                                                                                                    Martin




domingo, 10 de mayo de 2009

sábado, 9 de mayo de 2009

EL PODER DE....

 

El poder de…

 

 

                           

                           La humedad rezumaba por lo poros de las piedras, quizás la cercanía del río había conseguido el aspecto grotesco  de las mohosas paredes, había poco que describir.

La celda, a pesar de su aspecto, era el refugio obligado del tiempo futuro.  

 

 

El paso del día a la noche no tenia referencia en la oscura estancia, el tiempo se detuvo cuando aquel día alguien desconocido cerro el pesado portón detrás de si, el lugar se había convertido en todo su mundo,

Atrás quedaron los campos, los olores de la flor de la jara, los caminos con niebla, las noches de estrellas, los amigos, esa hermosa vida que disfruto desde que el sentido le vino a sus recuerdos, pensaba que nada volvería a ser como antes,

 

Una vez al día, por un tenue instante se abría un pequeño ventanuco por el cual depositaban el cuenco de comida, era su único contacto con el otro mundo, el mundo que casi tenia olvidado,

 

 

 

 

 

El negro lugar  iluminado tenuemente por la efímera luz de una candela

Ese momento era aprovechado para descifrar los oscuros recodos de la celda,

Había conseguido vivir como si el sentido de la vista  no lo hubiera necesitado nunca, y  el corto momento de la luz le golpeaba con dureza las pupilas acostumbradas a la oscuridad de su celda.

Tenia un mapa detallado en su mente del lugar, cinco pasos de ancho, siete a lo  largo, el rectángulo era casi perfecto, la altura  de su celda siempre fue un misterio, la luz se perdía en el cielo de su estancia y eso le hacia pensar que el infierno empezaba donde acabaría el cielo de su celda.

 

Adornando con cierto decoro en un lateral de la suit, estaba un jergón de paja mohosa por el húmedo clima del aposento, sus únicos ropajes deshilachados tapaban el saco de huesos que sujetaba su cuerpo maltrecho.

 

 

 

 

El ruido de ese subsuelo, de ese submundo, era insufrible, la nada en forma de silencio absoluto, la nada era su todo, el  grotesco sonido de un amplio silencio, golpeaba en sus oídos hasta hacerle daño, donde estaban los cantos de los pájaros?,  donde estaba el sonido de los arroyos en es mundo cruel? Pensaba en alto en la soledad de su ruidoso silencio, sus gritos ahogados por el grosor de los inmensos muros rebotaban el las paredes para devolverle a una cruel realidad.

 

Hubo un tiempo, en la locura de su soledad, que pensó que tenia el poder de hibernar como un oso cavernario, que si  se dormía profundamente pasarían los meses con la bondadosa facilidad de una noche bien dormida.

Pero al despertar de cada día la realidad le volvía con crueldad a la situación del momento sin cambios. 

 

 

 

 

Un día, un ruido extraño olvidado por el paso del tiempo, golpeo con fuerza el silencio de su soledad, el crujir de las cadenas oxidadas dio paso al ruido chirriante de un pesado portón ajado por el paso del tiempo y por la cruel y despiadada dureza del lugar, una voz ronca, áspera, espesa, molesta, rota por el alcohol, el tabaco y las largas noches de estancias en los sótanos de ese submundo, sonó como un coro de Ángeles celestiales,

 Poeta sin nombre ¡¡ grito, ha llegado tu hora,….ERES LIBRE.¡¡

 

 Y el final de la crueldad llego a su fin, esa pesada puerta se abrió lentamente para dar paso a la luz, su gente, sus amigos, sus pasiones le esperaban al otro lado, en el otro mundo, risas, abrazos, besos, voces, gritos, llantos, algarabía, y al fondo una mirada franca, una voz, una pregunta casi inocente, casi obligada,

Como conseguiste aguantar la soledad de esa celda en esa prisión?

 

 

 

 

 

El mirándole a los ojos le dijo….

 

Nunca estuve solo, todos los días paseaba por los caminos, amanecía con el alba, las aguas del manantial calmaban mi sed, ese mundo fue como otro mundo porque  mi cuerpo encerrado siempre tuvo

 

El poder de mi mente libre