sábado, 16 de mayo de 2009

PARA TI.....

                       DONDE EL SILENCIO SE OYE

 

 

El día venia frio, la nieve cercaba el camino de la  dura mañana

Pertrechado sin armadura de frio, me lance a la ruta del día, hacia tiempo que no retomaba este camino, no se si fue el trabajo o el destino, pero algo me hizo acercarme allí, entraba en el valle soñado, el viaje se me antojo corto efímero,

Siempre, allí en la entrada hay una reseña de vida que la respiración me cortaba.

“Donde el silencio se oye”

Siempre que entro en el valle, me traslado de mí al otro yo, al que me llena de pasión, de armonía descompensada, de dulces luces difusas de otras dimensiones.

 

Veía amanecer el día, y al fondo, las faldas blancas nevadas de ese Amboto de incontables fábulas, reposaban como dormidas las nubes blancas de ese extraño día. En su cima de laderas distantes.

La imagen era tan bella, que no pude más que pararme, bajar de mi carruaje de caballos sin corcel y sentir la esencia del momento.

Allí, no muy distante, un ser se afanaba en andar deprisa, y su ruta coincidía con la parada de mi situación del momento.

 

 

 

 

Buenos días ¡ con honestidad sincera le digo al paisano, señor curioso por otra parte,

Un bastón de alto porte le hacia los honores a su diestra, una boina calada en su cabeza, daba paso a una bufanda que con destreza rodeaba su cuello, Una especie de piel de oveja rodeaba su cuerpo al estilo de los pastores de época.

Curioso personaje pensé para mis adentros.

El hombre, casi sin dejarme ni hablar, me aborda, me dice, hoy, no es el día ¡

Yo lleno de cierta sorpresa le comento; Que día?

El, con cierta cara de asombro me dice, no sabes? no conoces?. De donde vienes forastero que no conoces las leyendas de esta tierra.

 

Esa respuesta hizo despertar en mí la fiereza de la aventura y del conocimiento,

Y le respondo con poca o ninguna gracia, mire usted…. Yo…, yo, vengo de fuera, pero si usted tiene un momento, estoy dispuesto  a que me cuente esta historia o este cuento,.. que de esto yo me alimento.

 

El hombre con voz amable de dice con energía, venga forastero que la mañana esta fría, venga que le invito a un café calentito y le cuento la historia de esta comarca

 

Sentados en un bar solitario, un anciano camarero azuzaba el fuego de leña con maestría de edad avanzada. El hombre con glotonería se tomaba el café con lecha de oveja de la zona, que a bien había tenido a poner el camarero y amigo del bar  del momento.

Saca con maestría una enorme navaja, que parecía un arma defensiva, con la cual hace una inmensa rebanada de ese pan tan redondo, tan de antes, tan de pueblo, tan rico.

 

Yo ridículamente le pido un , y el hombre mayor me dice, solo tengo de roca, de las faldas de ese Amboto tan cercano, le hace?. Y a mi que ese té me encanta, con cierta algarabía le digo; vale¡¡ eso si lo acompaña con esa tortillita que huelo por hay seria el desayuno ideal.

Dicho y hecho, ahí estaba yo con el té, mi tortilla y el curioso personaje de mi increíble historia real.

 

Pues mire usted forastero, empieza a decirme con cierta parsimonia el de enfrente a mí.

 

 

 

 

 

Hay una leyenda que me contó mi abuelo, y a el a la vez el suyo.

Hay un solo día, un día especial que las Sorgiñas blancas, se convierten en mujer.

 

Un día que si te las encuentras, y te miran a los ojos, ese día las puedes preguntar lo que quieras,…. ellas tienen todas las respuestas.

 

Muchos las han buscado, pero poquitos muy pocos las han conseguido ver en estos últimos decenios...

Me cuenta muchas cosas, pero en mi última pregunta, le digo: y cuando es ese día tan especial?.

 

El, cambiando el tono a más grave, me dice…. ese día es el primer sábado después del día de reyes de cada diez años,… y ese día es…..MAÑANA:

Como un resorte salto de la  silla y esta se cae hacia atrás, y grito, mañana¡¡

Mañana¡¡.

Tranquilo forastero, recoge tu silla y relaja tu cuerpo, que el mañana esta lejos y muchos han buscado y pocos son los elegidos.

Yo le repito, pero es mañana¡¡, El nuevo amigo con tranquilidad de mucha edad, me dice, yo llevo muchos mañanas y nunca se cruzaron en mi camino.

Pero si lo quieres intentar,……tu mismo forastero.

 

 

 

Yo emocionado de situación, espere con impaciencia, no tranquilo, pero espere,

Ese día que llego ya, no me hizo falta madrugar, porque la noche para mí fue el día, por no dormir ese día.

 

Busque con fiereza la entrada de  ese bendito valle, de las faldas ,del talle, de la cima, de esta montaña, de mi cruel agonía, el día pase caminando, sin pausa anduve este día, pensaba yo ya en la esencia , en el resto de este día, vencido encontraba me yo.

Pensaba ya en retirada, mi mente se evadía en pensar, como tiene que ser, el ser para que las doñas te alaben en un día de decenio.

 

 

 

Como una reina de las nieves, con blanco vestido de seda, se me cruza en el camino,

Y con dulzura y descaro me lanza su mirada, me envuelve su palabra, me arropa en su círculo, y antes de que pueda decir nada, con cruel suavidad de voz me susurra a mis oídos.

Que vienes a hacer aquí tu?, no buscas respuestas?, retrocede, vuelve para tras tu camino, desanda tus pasos baldíos, deja de buscar mas, mendigo, tienes riquezas varias.

 Con una dulzura de voz  , desarma la locuacidad de mi silencio  y me apunta con su mirada de ojos de  blanco cielo …….

 

Tus historias y tus respuestas se encuentran en “TI”

 

En ti…………… El silencio se oye.

 

No se que paso después, lo tengo todo confuso, pero me despierto delante de un folio en blanco y un lapicero.                           Y lo entendí,

 

Entendí todas las respuestas

 

Mi silencio se oye en ti, solo para ti son mis silencios



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