CITAS A CIEGAS
-Mi madre me obligo a abortar.
-Nunca pensé que una
frase tan directa pudiera ser el principio de una conversación.
La verdad es que si con esa entrada quería conseguir toda mi
atención, realmente lo consiguió. Aunque si la entrada fue directa el resto de
la confesión fue concisa y contundente.
-Yo era muy joven, y cometí un error que me ha pesado toda
mi vida, la crueldad de mi madre contrastaba con el entendimiento de la situación
por parte de mi padre, pero en ese tiempo como en el actual el peso del poder
mi madre es impresionante.
Todavía siento el sudor frío que algunas noches recorre mi
espalda cuando recuerdo la consulta blanca e impoluta de aquel medico de mirada
indiferente cuando me tumbo en aquella camilla, es una imagen que es como un
estado latente que en ocasiones asoma su amargor para recordarme mis lados
oscuros.
Cuando me recupere de ese trauma una de mis promesas fue que
nunca volvería a mentir y que siempre tomaría mis propias decisiones, por eso
hoy te cuento estas cosas de mi, necesito que conozcas mis lados oscuros para
que tengas la conciencia de saber lo que soy, como soy y lo que pretendo ser…
contigo.
-La verdad es que con tanta repentina sinceridad no sabia si
estaba asistiendo a una serie de telenovela versión española al estilo de”Tiempo
revueltos”, o era una doctrina que servia como edulcorante y conservante de
regulación emocional.
Ella siguió hablando como si ese monologo fuese una especie
de discurso preparado, uno nunca sabe si esa forma de sinceridad es un sistema incoherente de
mantener una conversación con una dosis de atención extra.
Tanta sinceridad sin sentido empezó a agobiarme, y mientras
ella hablaba apresuradamente yo empecé a pensar que tenía que dejar de salir
con mujeres con perfil cambiado en las redes sociales.
Ella acentuaba en su conversación que era una mujer
sincera y que esa era su forma de vida,
aunque la realidad a mi me decía lo contrario.
En su perfil tenia una foto de ella, pero claro, esa foto debería
de ser de hace unos años, porque en ella pesaba 20 kilos menos y unos 60 meses
de diferencia marca su edad.
Por lo tanto algo en ella no encajaba, predicaba sinceridad
pero las fotos de su perfil no encajaban con esa actual realidad.
En ese momento yo también decidí que tenía que ser sincero y
no había quedado allí con una desconocida de una página de contactos para tener un ataque de sinceridad, y en ese
momento pedí la cuenta al camarero, pague y salí de allí como alma que lleva el
diablo.
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