Sueño a todas horas, en uno de mis clásicos sueño que camino, es de noche, hace frío, la bufanda me envuelve casi toda la cara, y alguien pronuncia mi nombre, me llama con insistencia, yo me giro despacio y no veo a nadie, así varias veces, ya cansado de las llamadas decido no parar en mi corto paseo, al llegar a casa me detengo, y bruscamente me vuelvo a girar tratando de sorprender al causante de las incesantes llamadas, entonces veo una sombra a lo lejos, desvirtuada entre las oscuras oquedades de la noche, intento acercarme con un paso rápido y decidido, pero la sombra se diluye entre otras sombras, la desesperación se apodera de mi, y solo me queda el recurso de retroceder ante mis pasos, subo las escaleras deprisa y decidir antes de meterme en la cama que un buen antitérmico para bajar la fiebre seria una buena decisión.
Me acuesto y al poco rato suena el teléfono; hola soy yo-Resuena una voz al otro lado del auricular.-TU-Respondo con cierta dosis de molestias.-Si, yo, tu sombra,
Ahora que me llamas tengo que decirte que últimamente me persigues con insistencia, haces que me sienta un poco atosigado, solo te pierdo en las noches, y tú me sigues hostigando, creo que incluso me tiras “los tejos” de día para acosarme de noche.
Lo se, pero ten en cuenta que si te tiro “los tejos” es porque solo quiero lo mejor para ti.
Pues para ser mi sombra, tienes demasiada semántica,
Te refieres a la semántica cognitiva, a la lógica, o la lingüista.
Sabes sombra…! Que te den ¡
Al instante decidí encender la luz para estar solo y esperar a que el antitérmico hiciese su efecto.
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