domingo, 27 de febrero de 2011

VENENO EN LA PIEL



Veneno en la piel


Después de haber ido a la peluquería te introduces en ese largo vestido, que compraste en Dolce & Gabbana una tienda “fashion” del centro, pintas tenuemente tus ojos y acomodas tus pestañas con un rimel que las realza hasta un límite imposible.

Esperando en el vestíbulo del Hotel de lujo en el cual te has hospedado, esta un hombre ansioso por llevarte del brazo, y caminar a tu lado mientras tu sinuoso cuerpo se desliza gatunamente por las calles del barrio de Salamanca.

Mientras tu sonrisa ilumina la noche madrileña, el vestido de seda acompañado con un chal sobre tus bellos hombros, realza tus poderosas curvas ampliado tus poderes ocultos, tus largas y bonitas piernas son mágicamente envueltas en las olas de tu vaporoso vestido, los “Manolos” que marcan tus pasos, dejan el rastro de los ojos golosos de los viandantes que depositan en ti sus deseosas y lascivas miradas, envidiando la suerte que tiene ese hombre del cual estas cogida del brazo.

Con un caminar elegante, desplegando un embriagador aroma de mujer deseada, alcanzas tu destino de esa noche, y a las puertas de la galería de arte un camarero te ofrece un cóctel de bienvenida, el cual tú, con elegancia inusitada, rechazas con la naturalidad que da el sentirse una dama poderosa.

Derrochas sonrisa, saludos a docenas, y la natural sonrisa despliega toda su fuerza cuando el homenajeado te llama por tu nombre de pila y acude a ti acompañado por la frase de…”-Por fin viniste, que alegría”

Y tu con un desdén inusitado, con una frialdad sorprendente, te giras lentamente al compañero del cual viniste del brazo y le dices con veneno en tus labios…

!!JODETE¡¡




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