domingo, 4 de diciembre de 2011

QUIMICA


QUIMICA

Eran las dos de la madrugada, el avión se había retrasado una hora y en vez molestarse por el retraso, la alegría se apodero del viajero, extrajo de su maletín una libreta llena de frases aparentemente inconexas y con cierta celeridad se puso a escribir algo que le rondaba todo el día por su mente, el retraso solo hizo de hilo conductor para poder escribir lo que su mente aclamaba poderosamente desde hacia ya muchas horas.

Era como una especie de fusión, mar y tierra, mar y cielo, cielo y tierra, mar y cielo, podría haber sido cualquier mezcla, pero la reacción química fue la mezcla de Mar y Mar.

En este estado emocional se puso a escribir una carta de intenciones.

-Hay un mundo que se presenta al cruzar la puerta que me dirige a vos. Esa especie de aduana sin linde definido que se crea entorno a las bondades de tu brisa hace que me sienta acaramelado con las fronteras que me ofreces.

Esto puede parecer simple literatura, pero en realidad es literatura sencilla para definir complejas formas de deleite.

Dicen que la química es un elemento natural que en formas sencillas o complejas esta al alcance de reacciones espontáneas, cuando se juntan dos elementos y se produce una reacción en el confín de la emoción, la alquimia se produce, y esa especie de magia hace que el disfrute sea de grandes proporciones.

Esto podría parecer una declaración de intenciones, y creo que en realidad lo es, es la intención de disfrutar en demasía, cuando cruzo esa frontera entre los silencios mudos de la presencia de tu dulce mirada y los sones alegres del son que producen tus movimientos al caminar..

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero solo una palabra es capaz de definir lo que quiero expresar en todas estas letras.

Tan solo una palabra tiene la conjunción acertada, tan solo esta palabra….

-A través de los altavoces de sonorización de la sala del aeropuerto una femenina voz anuncio la pronta partida de su vuelo, y con cierta desgana guardo la libreta en su maletín de viaje, esperando que en su próxima parada le vendría la emoción suficiente para escribir el resto de la turbación que estaba sintiendo.




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