miércoles, 6 de marzo de 2013

Vacaciones tercermundistas de una rubia sueca



Tengo una edad en que la vida se va quedando pequeña, por eso estas vacaciones he decidido tirarme a un negro, tiene que ser un negro de raza, elegiré mi destino vacacional donde no me conozca nadie, así volveré redimida de mis vacaciones.
Tengo una edad que ya no encuentro respuestas en la literatura y el sexo parece que alivia mis dolores de cabeza continuos.
No se si seré capaz de acomodarme, mi francés esta desentrenado, mas bien empolvado, lo deje de practicar hace ya mucho y estas vacaciones le estoy sacando lustre, quizás mi boca pequeña no este preparada para este francés descomunal, pero la aventura es la aventura, ademas siempre queda la opción de aprender otros idiomas.
Después de quince días aprendiendo francés, el me dijo que me quería, que era el amor de su vida, que la vida no tenia sentido sin mi. y que me seguiría a todas partes.
Yo le dije que no nos conocíamos lo suficiente, y que solo me quedaban dos días de vacaciones.
La frase de un amor en cada puerto empezó a cobrar sentido en mi vida.
Con la frente marchita como dice el tango volví de mis vacaciones, ahora hace frió en mi habitación, la tarde lluviosa me llena de recuerdos, creo que en mis próximas vacaciones aprenderé griego.







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