sábado, 3 de septiembre de 2011







En esa habitación casi oscura ella no se podía concentrar, reclamaba oscuridad, en esa oscuridad perfecta solo brillaban sus ojos, y el insomnio del día no podía alcanzarla, ella no podía cambiar el mundo, pero si podía parar el tiempo y así lo hizo, todo porque no había nada más fuerte que el deseo, nada más importante que sentirse viva.
Cerró su mente orado su corazón y se dispuso a ser la protagonista de la noche y esa noche a las diez de la mañana se dio cuenta que en las noches la belleza de las palabras adornadas en un cuerpo, se pueden convertir en ... "LA BELLEZA PERFECTA"


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