LA REALIDAD DE LA INEXISTENCIA
Felipe era un enfermo mental, siempre vivía entre las ficciones,
esa locura le convirtió en un escritor de éxito. Sus lectores decían que tenía
una imaginación muy fértil y de límites insospechados, nadie podía imaginar la
locura de Felipe. El nunca supo conseguir nada en su vida, en un tiempo pensó
que si lo soñaba era suficiente para conseguirlo, y se paso todo el resto de su
vida entre las marismas de los sueños y las acantilados de su realidad.
Empezó escribiendo micro relatos para después pasarse a los
relatos cortos, estos fluyeron en un tiempo con cierta soltura, hasta que se
dio cuenta que los suyo eran las novelas ficcionadas de largo recorrido.
Rondaba la cuarentena, y la vida quimerica de sus relatos
era tan lejana a la suya propia, que se anclaba en sus personajes para sentirse
unas veces: viajero incansable, aventurero sin escrúpulos, o monje tibetano en
un templo Budista..En realidad todos ellos eran él mismo, pero la única manera
de ser así, era en sus novelas fantasiosas.
Una tarde le llamaron por teléfono para decirle que había
ganado un premio literario en un país del que nunca había oído hablar, el interlocutor, un hombre sin acento
definido trataba de explicarle en un difícil ingles que para acceder al premio
literario tenia que ir al país en un plazo de diez días, y que si estaba de
acuerdo le mandaría un billete de avión y los recursos necesarios para llegar
al país en cuestión.
Era evidente que no todos los días alguien recibía una
llamada para recibir un premio de ese calado, y sin saber como,
sorprendentemente ni si quiera lo pensó cuando de sus labios salio un -Si-. Como
respuesta rápida a esa rápida invitación.
De profesión Vecina, esa era la mujer que hizo sonar el
timbre de Felipe a primera hora de la mañana, ella tenia una profesión dura, no
en vano llevaba mas de cuarenta años dedica en cuerpo y alma su profesión,
Siempre que viajaba dejaba todas sus pertenencias a cuidado
de su encantadora vecina, ella se encargaba de recoger las cartas del buzón, de
dar de comer a los peces de su acuario y
de regar las innumerables plantas que se
repartían en su amplia terraza.
.Ella siempre le estuvo agradecida por todo lo que hizo Felipe
cuando murió su marido en un fatal accidente de montaña, y cuando le dedico
ante los medios una de sus novelas donde su difunto marido se recreaba como personaje
principal de ese obra literaria, en base a eso, construyeron una indomable
amistad sin fisuras, que les hacia cuidarse el uno al otro sin ningún articulo
edulcorante.
La llegada al aeropuerto del destino de ese país no tuvo ningún
tipo de glamour ni baño de multitudes, solo dos señores uniformados con un
atuendo de corte arcaico y militarizado le fueron a recibir a la terminal del
aeropuerto. El hotel en el cual le alojaron era de un estilo indefinido, parecía
que en ese vestíbulo el tiempo se detuvo hace décadas y eso acentuado por los pocos cliente que
circulaban con un paso acelerado por los anchos pasillos y corredores del
acceso a las habitaciones, hacia que un alo me misterio rodease todo el
ambiente.
Cuando llamaron a la puerta la aguja del reloj de la pared
marca la hora exactamente fijada por la organización del premio en la cual habían
quedado en pasar a recogerle.
Todo en ese ambiente parecía perpetuo, era como si el tiempo
no tuviese importancia y la única realidad estaba marca por las necesidades básicas
de comer y dormir.
.
El salón estaba en la planta primera del mismo hotel donde
se alojaba, era un local pequeño con unos techos elevadísimos para el tamaño de
la estancia, la sobriedad de las paredes podían llegar a incomodar y las luces
difusas daban un cierto aspecto deprimente al lugar escogido para el premio que
se iba a presuntamente conceder.
Una ancha y larga mesa con una blanca e impoluta tela adornada
con un centro de flores multicolores era la única frontera entre los cinco
miembros del otro lado de la mesa y Él.
Cinco hombres y un destino; Parecía el titulo de una
película, y el era la único espectador a tal evento, aunque cuando agudizo un
poco mas la vista la imaginación se desbordo y pensó mas parecía el tribunal de
apelación de un juicio perdido de antemano, si hubiera vivido en otra época hubiera
pensado que eran de la propia inquisición, aunque por un momento imaginó que si
se hubieran vestido con hábitos los personajes de esa escena, no distarían
mucho de aquella imagen que se mostraba frente a su persona.
Con voz grave pausada y resuelta el quinto jinete del
Apocalipsis empezó a explicar el motivo de la aparente inquietante reunión.
Los ciudadanos de este país nos acusan de privilegiados. -Empezó
a argumentar el presidente central de la mesa. -Como censores que somos tenemos
acceso a las obras que luego se prohíben a la población, y la propaganda de
este gobierno de que todos somos iguales, hace mella en las mentes de los
camaradas sintiéndose discriminados por no tener acceso a lo que nosotros
leemos.
Esto se podría solucionar si alguien tan reconocido como
usted hablase a la población en nuestro nombre, y así, la censura estaría a
nuestro alcance y seguiríamos siendo un gran país.
Usted solo escribe novelas de ficción y tiene que hacer ver
que las ideas fuera de las fronteras de este país son solo ficciconadas, pretéritas
y antiguas y que la realidad en la que
vivimos es la que recomienda para que sigamos viviendo en la simple pluralidad
de este gran país.
Por lamente de Felipe pasaron rápidamente las esencias de
“Los perros de Pavlov” que siendo metódicamente trabajados hacían de un habito
costumbrista una realidad que distaba mucho de ser racional y rápidamente
argumento su exposición.
Verán: Yo en realidad no entiendo de política, yo solo soy
un escritos en busca de un premio que según ustedes había ganado en un certamen
de este país.
Y tenga en cuenta
usted que la censura tiene que seguir siendo nacional y al alcance de todos, es
la única manera de que este sea un gran país.
Yo por el contrario solo soy un ser imaginario, en realidad
soy un imaginador e imagino mundos que
no se asemejan nada con la realidad, vengo de una estirpe de gente con
imaginación, en realidad soy un producto de la imaginación de mi padre y la
realidad de mi madre soltera, y por eso soy un ser que no existo, vivo de la
vida de otros En realidad yo no soy un artista, los artistas son los personajes
de mi imaginación y cuando recibo un premio que no existe como este que me están
dando, solo se lo dedico a ellos, que son los que me crean y me manejan a su
antojo, algo que ustedes no pueden hacer conmigo porque yo soy un tipo que no existe.